Al abordaje

"La cultura es universal, libre, plural y es sin género de dudas el más preciado bien de los pueblos y sociedades; su propia identidad"

Así se expresa la campaña del Ministerio de Cultura que acaba de ser estrenada y que tiene por nombre Defiende tu cultura contra la piratería. Una campaña que se engloba dentro de un eslogan anterior que ya fue utilizado por este organismo en 2006:

Este año, además, el Ministerio ha creado una página web donde podrás conocer los principales propósitos de la campaña, así como descargarte el logotipo oficial y los spots que aparecerán en televisión en la sección "Corre la voz". A la campaña pertenecen vídeos como éstos:

Pero ahí no queda la cosa. Otra parte de la campaña es la web Copia sin límites, que también ha creado el Ministerio. La página es aparentemente un portal donde puedes descargar todo tipo de archivos. Sin embargo, al aparecer las condiciones de uso, el intrépido usuario rápidamente notará que no es una página corriente a la que está intentando acceder: se trata de una tapadera, que muestra los lemas de la campaña y remite a la página oficial de Cultura.

Ésta no es la primera vez que el ministerio ha recurrido a la W.W.W. para hacer su mensaje más accesible y llegar a un público fundamentalmente joven. Hace dos años se creó el portal Kelifinder para promover la búsqueda de la vivienda entre la juventud a través de la red, zapatillas deportivas a la moda incluidas para crear espectativa entre este público. Sin embargo, la campaña no obtuvo muy buenos resultados...

Esta vez, como era de esperar, tampoco la campaña ha gustado a todos. Algunas de las críticas recibidas las podrás leer en un post de El Catalejo de Sergio Rodríguez y Luis Tejero, contenido en elmundo.es, desde donde critican duramente la campaña. Arremeten, fundamentalmente acontra la doble moral de una publicidad que, por un lado, censura la copia de ideas, y por oto imita el diseño de Kazaa.com.

Desde el blog "Defensa del derecho de acceso a la cultura" también han arremetido contra la campaña, aunque centran sus críticas no sólo en esta campaña, sino también y fundamentalmente contra la acción de la SGAE en materias de piratería.

Y es que todo este barullo de la campaña ministerial ha servido para avivar la polémica sobre el cánon digital, que pretende imponer pagos a los usuarios de tecnología que comparten archivos mediante tecnología P2P. Una medida que ha sido duramente criticada por diversas asociaciones, entre ellas, la Asociacion de Música en Internet (a través de un informe hecho público en su página web) o la plataforma Todos contra el canon, que está llevando a cabo una labor de recogida de firmas contra esta nueva ley. Y ya llevan 1.287.500...

Desde esta plataforma, califican al cánon digital de una propuesta injusta y desproporcionada que supone un freno a la sociedad de la información. Pero las asociaciones de derechos de autor tampoco se han quedado calladas ante lo que ellas denominan "una campaña llena de falsedades contra el canon", y han emitido su propia publicidad para expresar su queja, como recoge esta noticia del diario 20 minutos.

Por su parte, la anecdóta puede estar en la creación de un Partido Pirata que se presenta a las elecciones y que centra su programa en el libre acceso a las nuevas tecnologías a través del software libre e Internet gratuito.

La campaña ministerial habla de los bienes intangibles como la información o las ideas. Internet es un experto en estos temas y es el gran responsable de muchos de los problemas con la propiedad intelectual. Pero no es Internet, sino las personas que lo utilizan, las responsables del problema. Y las personas que intentan demonizar a las personas que se descargan música porque otras personas han puesto un precio tan alto para la música que esas personas no pueden comprar los discos que les gustan son tan culpables como las otras personas...un lío.

Por parte de los consumidores se habla de demagogia, por un Ministerio que critica la copia pero a su vez pone a disposición de los usuarios el logo y el vídeo de la campaña de manera gratuita. En mi opinión, creo que éste punto no es sostenible, ya que no se puede comparar la libre oferta de contenidos propios para que otras personas pueden utilizar (que es en lo que consiste, al fin y al cabo, los programas que permiten compartir ficheros) con la adjudicación de trabajos de otros atribuyéndolos como propios.

Las ideas básicas que intenta difundir el ministerio son loables, pero no del todo ciertas: en primer lugar, no creo que las personas que pirateen se atribuyan esas ideas como suyas propias, sino que difunden las ideas de otros por unos medios que se escapan de los controlados (previo pago, claro está) por el autor.

En el contínuo debate sobre los límites de Internet, ésta es sólo la la última de tantas gotas que nunca terminan de llenar el vaso. ..